La antigua Estación de Autobuses de Santiago de Compostela ya es historia. El proceso de demolición ha concluido para dar paso a la ampliación del complejo administrativo de la Xunta de Galicia en San Caetano. Los residuos se reutilizarán para allanar la parcela, pero también para fabricar tableros o como material siderúrgico.
Todas las demoliciones son complejas, no sólo por el riesgo inherente de la actividad en sí, sino que también por las numerosas labores necesarias previas a la utilización de la conocida cizalla hidráulica. Entre las labores preliminares destaca la separación de los diversos materiales para que simplemente quede un esqueleto totalmente descontaminado.
La Cidade de San Caetano se erigirá literalmente sobre las cenizas de la vieja terminal porque en ese terreno quedará buena parte de los residuos generados en el proceso de demolición. Son 6.750 toneladas de materiales pétreos que serán reutilizados para conformar la rasante y rellenar los huecos de las cimentaciones de la antigua estación, que se demolieron.
Otros residuos tendrán aprovechamientos dispares. Casi 10.000 toneladas de los pétreos han sido entregadas a empresas del entorno de Santiago, que los usarán como material drenante en obras. Y decenas de toneladas de restos de otros materiales se enviarán a siderurgias, se destinarán a la fabricación de tableros o serán entregadas a un gestor de residuos, en el caso de las que no pueden ser recicladas.
Clasificando los residuos en tres grupos, en la demolición de la antigua terminal se obtuvieron 825 toneladas de metálicos, 16.000,87 toneladas de pétreos y 361,31 toneladas de no pétreos.
Refuerzo estructural
Para llevar a cabo esta actuación también se realizó un refuerzo estructural con perfiles de acero laminado para asegurar la estabilidad de unos muros de hormigón existentes. Y para permitir la correcta evacuación del agua de lluvia se ejecutó una zanja drenante perimetral a la parcela.
Promotor: Axencia Galega de Infraestructuras